miércoles, 18 de febrero de 2009

Odio mi link.

Me siento tan sumamente extraña presentándome mediante una pantalla de ordenador ante gente que no conoceré nunca... Siempre me ha ocurrido. Desde la primera página en Internet que me hice (véase: el fotolog, y aún sigo ahí, dando guerra a los cibernautas con mis tonterías diarias). Siempre me ha parecido muy impersonal.
Hace unos días me hice un blog, pero me han hecho saber que éste es más conocido y, por lo visto, más manejable.
De todos modos lo único que me interesa es poder tener una paginita en la que contar un poco mis cosas. Nunca he tenido un diario durante más de dos días y mis webs no las uso para contar mis azañas día sí, día no. Así que aquí, con toda la ilusión del mundo, colgaré mis textos, mis vivencias más estrafalarias y extravagantes y, por qué no, haré algún amigo a quien le gusten mis excentricidades.

PD: Oh, acabo de descubrir que este blog no tiene iconos. ¡Bien! ¡Empezamos bien! Omitiendo, claro está, el tema de que odio mi link. Mi nombre no estaba disponible. Mierda.